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Anna Rodriguez: "El amor es la principal emoción para que una práctica sexual sea satisfactoria"


La sexualidad femenina ha sido una cuestión relegada e ignorada hasta épocas recientes. Las mujeres tenían que adaptarse a un estereotipo rígido que las encorsetaba en un rol sumiso y pasivo, al servicio del varón. Este rol, a día de hoy, sigue de algún modo latente en el subconsciente de las personas y afecta, por tanto, en muchos ámbitos, uno de ellos el sexual.

¿Nos da pudor conocernos? ¿Disfrutar igual que el hombre? ¿Nos afectan estímulos externos?

¿Influye la historia?

¿La publicidad? ¿La moda? ¿La ficción?

¿El porno?

¿Roles establecidos?

¿De qué manera interviene el estado emocional?

¿Es importante el amor?

Nos ponemos en manos de la psicóloga Anna Rodríguez Martínez y esto es lo que nos cuenta:

“Es evidente que la biología hace posible que podamos experimentar la sexualidad, ya que tenemos órganos aptos para desempeñar tal función y una base nerviosa y endocrinológica para controlarla, pero el estado mental, emocional de la persona intervienen y mucho. Y estas emociones son producto de una sociedad plagada de antiguos errores y omisiones que obstaculizan y dañan la sexualidad en el aspecto más amplio.

Lo establecido, lo impuesto, ha generado y genera un impacto en nosotr@s. Una mezcla de curiosidad, ganas, dudas… que podrían solventarse a través de la educación. Vivimos un momento de gran libertad sexual, pero la educación continúa siendo muy deficiente.

Como dice la Organización Mundial de la Salud, la sexualidad es un aspecto central de la vida del ser humano y, sin embargo, todos somos víctimas de una nula o escasa educación sexual que nos impide vivirla plenamente.

En España la educación sexual no es obligatoria en las escuelas, lo que hace que la juventud aprenda a relacionarse en base a lo que ven en el cine, Internet… Y cuando hablamos de educación sexual no nos estamos refiriendo a hablar sólo de relaciones sexuales, sino también de que conozcan sus cuerpos, el de los otros, saber escuchar, el respeto y las relaciones igualitarias…

El amor, comprendiendo también el amor propio, es la principal emoción para que una práctica sexual sea satisfactoria. Gustarse y ser gustad@. Quererse y ser querid@. Respetarse y ser respetad@.

Hay que deshacerse de la mochila de mitos e ideas erróneas que llevamos encima. Las mujeres lo pensamos todo demasiado, lo que más nos afecta es un tema emocional, ya que somos, en general, más emotivas, a diferencia de los hombres que suelen ser más racionales. También provocado por la interiorización de lo inculcado socialmente.”

Le preguntamos, en concreto, por el punto G.

“Esto es complicado…

El punto G fue localizado por un ginecólogo alemán hace ya muchos años. Este conocido punto G no es una estructura orgánica distinguible, es una zona muy erógena. En aquél entonces se situó únicamente en el cuerpo de las mujeres. De modo que, esta vez, somos las mujeres quienes les llevamos ‘ventaja’ a los hombres.

La mujer quiere conocerlo, quiere encontrarlo.

Pero, ¿el hombre quiere encontrarlo?, ¿le asusta?, ¿por qué?

El punto G femenino se encuentra en el área clitorial: en la pared interior de la vagina, a unos cinco centímetros. (Esto significa que cuando estás estimulando el punto G, realmente estás estimulando parte del clítoris, el cual es mucho más grande de lo que nos han hecho creer, por eso se dice que la estimulación del punto/zona G provoca mayor intensidad de los orgasmos)”.

El punto G masculino está ubicado en la próstata, por eso también es conocido como punto P y es posible estimularlo a través del recto, a unos pocos centímetros de la entrada del ano.

Podría decirse que es el hombre el que conoce menos y el que tiene más prejuicios en cuanto al punto G, y es un completo error pensar que las formas de placer en el cuerpo están asociadas con la orientación sexual.

“EL SEXO ES SALUD, DEBE EXPERIMENTARSE SIN MIEDO, SIN TABUS, SIN PREJUICIOS.”

“DEBE SER UN JUEGO PLACENTERO.”

“¡ROMPAMOS CON TODO AQUELLO ESTABLECIDO COMO ‘NORMAL’! ”

“SOLOS O CON PAREJA/S, DISFRUTEMOS DEL PLACER.”

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